Django sin candenas
Quentin Tarantino
Comienzo este
blogger, dedicado a las películas que veo, con mi ya tradicional maratón –desde
hace ya por lo menos tres años seguidos- para ver las películas, que están
nominadas como la mejor de años, en la conocida entrega de los Oscars[1]
-que en este año será la número 84 edición-. La idea es tener un juicio propio
y, claro está, ver la entrega el próximo 24 de febrero de 2013 para ver si gana
mi favorito.
Debo decir que no soy
una experta en cine, ni siquiera he tomado un curso básico de cinematografía,
así que las opiniones vertidas, en este espacio, son sólo desde mi perspectiva
no experta, sólo como un espectador más en una sala de cine o desde la
comodidad de su hogar.
Empezaré opinando
sobre la película dirigida por Quentin Tarantino[2],
director, guionista, productor y actor estadounidense de varias películas,
entre la que puedo destacar a Pulp
Fiction (1994) y Bastardos sin gloria
(2009) estas dos en años pasados también con nominaciones, aunque la que me
atañe ahora es el western[3] que lleva por título de Django sin cadenas (2012). Esta película, al igual que las otras ya
entes mencionadas, empieza con títulos rojos y nos muestra escenas violentas, –como es el estilo de Tarantino- cargadas de una
fuerte dosis de humor negro. Pero aún dentro de toda la sangre que corre a lo
largo de la película, lo que quiero
destacar en especial, por su temática, es por un lado la discriminación y sumisión
de la raza negra al ser esclavizados, condición de Django (Jamie Foxx) y su
esposa (Kerry Washington) separados al ser vendidos, y por otro lado la
humanidad y clara oposición del Dr. King Schultz (Christoph Waltz), que es un
dentista que no ejerce, por dicha esclavitud, que después de comprar a Django
para una misión de captura a forajidos, le promete su libertad y un pago. Toda
la película gira en torno a la captura de sujetos buscados por la policía, por
los cuales pagarán buenas sumas de dinero, y a un poco más de la mitad de la
película sobre el encuentro de Django con su esposa en manos de su propietario
dueño de una plantación Calvin Candie (Leonardo DiCaprio).
Django sin cadenas es
una película larga (165 min), con escenas rápidas y violentas que va
intercalada con la estupenda actuación de Christoph Waltz, y con una
maravillosa musicalización (esto me encantó, y pensaba constantemente en la ya
clásica película de Stanley Kubrick: Naranja
Mecánica) con una trama clara, paisajes agradables y
estupenda ambientación, aunque en lo particular no me gusta la forma del
desenlace, pero no por ello deja de ser una buena película.[4]
[1]Más detalles de esta y anteriores entregas en http://www.premios-cine.com/oscars/la-gala.html
[2] Para saber más de este gran director en http://es.wikipedia.org/wiki/Quentin_Tarantino
[3] Más sobre este género cinematográfico en http://es.wikipedia.org/wiki/Western
[4] La imagen fue tomada de http://jorge-coll.blogspot.mx/2013/01/review-django-sin-cadenas.html